Amazon proporciona servicios de lo más variopinto e interesante. Y lo mejor: relativamente barato, incluso para un pobre consultor como el menda.
Como reza por alguna parte de este blog, lo que ves se ha generado en una instancia de Amazon EC2, aunque eso sólo es la punta del iceberg...
(Imagina que esta historia se cuenta con la voz de un viejo lobo de mar. Si quieres, hasta con acento pirata)
Hace algunos años, la típica conversación de "pos molaría..." (ya se sabe, junto con la de "no hay huevos"), acabó conmigo desempolvando un viejo PC, instalando un Linux y abriendo un Apache al mundo. Y todo para poner ¡UN BLOG EN WORDPRESS!
Sí, ya sabía de la existencia de los hostings, y bla bla bla, pero ese no era el objetivo. Espíritu cacharreador, lo llamo yo, TOC lo llaman los médicos. Además, necesitaba probar esos 600kbps de subida que me acababa de poner con ONO. Mis primeros pinitos de sysadmin.
Avance rápido un par de años. Los continuos (aunque no muy frecuentes) cortes en ONO y una cada vez más previsible mudanza, hacen que nos planteemos contratar un hosting profesional y dejarnos de bobadas (a fin de cuentas, era un Wordpress). Y así acabó mi etapa de proveedor de servicios. Voy a secarme las lágrimas... Ya.
Pero (siempre hay un pero), no terminaba de convencerme el hecho de tener que renunciar a Java y dedicarme a hacer tontunas en PHP. Por aquel entonces los hostings que ofrecían un Tomcat eran prohibitivos o una auténtica mierda. Avance rápido hasta hace medio año. Ya me había olvidado del tema, el hosting funcionaba, el blog iba viento en popa, hasta que un día de poco curro me topé con la plataforma Heroku. El servicio es interesante, más que nada porque para empezar es gratis, aunque tiene algunas limitaciones. Al comentarle esto a un colega, me puso en la dirección de Amazon Web Services, que él utilizaba en sus proyectos. Yo ya había visto alguna cosa de AWS, aunque pensaba que sería caro y no sabría dónde encajar el servicio.
Para mi sorpresa, lo que siempre había deseado estaba delante de mis narices y se llamaba Elastic Compute Cloud (EC2). Básicamente, una instancia de EC2 es un servidor virtualizado (Linux o Windows) en el que tú te lo guisas y tú te lo comes, excepto meter el DVD en la unidad, porque no hay. Las imágenes predefinidas vienen con el servidor de SSH configurado para la administración remota y no podría resultar más fácil.
Un par de yum install, un Tomcat y un MySQL y a probar. Probar lo que te dejen, claro. La microinstancia, que es lo barato, sólo tiene 650mb de RAM y la potencia de procesamiento de una patata diesel. Bueno, por unos 15 euros al mes, no se puede pedir mucho más. Pero lo interesante es la libertad, el potencial... ¡¡Hasta el infinito y más allá!!